22.11.63 – Stephen King
Nada nuevo se puede decir sobre Stephen King. Por lo que voy a pasar a hablar de una novela que me encantó: «22.11.63» me gustó muchísimo y fue indirectamente proporcional a lo poco que me gustó la miniserie adaptación que le dedicaron.
Describir 22.11.63 no es fácil. Si quisiéramos hacerlo linealmente podríamos decir que es una novela típica de viaje en el tiempo para resolver un problema. O podríamos argumentar que es una obra de suspenso donde se intenta evitar el asesinato de JFK. Si. También es eso. Pero seríamos tremendamente injustos si nos quedáramos esgrimiendo esos argumentos, totalmente ciertos, pero incompletos.
22.11.63 es eso y mucho más. Es un caso donde queda patente que el todo es más que la mera suma de las partes.
La historia apasiona como uno de los más cautivantes thrillers. Pese a lo extenso de la novela, dan ganas de seguir leyendo para ver qué es lo que va pasar y esto es más meritorio si pensamos que, básicamente, el planteamiento se ha resuelto en unas pocas páginas del principio.
Pero la tensión va in crescendo a lo largo de la lectura.
La historia nos presenta a un profesor de lengua de una escuela secundaria que se ve envuelto en la épica iniciada por un amigo que conoce la forma de llegar al 9 de septiembre de 1958 a las 11:58.
Y la manera de hacerlo es simple, al final del almacén (el amigo es dueño de un restaurante-hamburguesería) hay una escalera que te lleva exactamente a esa hora y fecha.
Así de simple. Sin efectos especiales estrambóticos ni teorías físicas descabelladas. Bajando la escalera, ya estás en el 9 de septiembre de 1958, exactamente a las 11:58.
La paradoja es que si regresas, independientemente del tiempo que hayas estado en el pasado, habrán pasado exactamente 2 minutos en el presente. Y que si vuelves a bajar la escaleras estarás nuevamente en el 9 de septiembre de 1958 a las 11:58, también de forma independiente a cualquier barbaridad que hayas hecho en la incursión anterior.
De esta forma se presenta en unas pocas páginas del inicio de la novela, el contexto disparador de la aventura de Jacob Epping, nuestro profesor de lengua.
El anzuelo lo pone el dueño del restaurante, que le pide al Prof. Epping que se instale en el pasado para evitar el asesinato de JFK.
A partir de aquí, se desarrolla un thriller cautivante que te lleva vivir y planear junto al protagonista como evitar durante esos 5 años previos al asesinato de JFK, el magnicidio que más conmovió a los EE.UU.
Quienes leímos «Mientras escribo» sabemos que Stephen King manifestó que no es muy amigo de investigar y documentarse en profusión. Es más, él admite que prefiere escribir e inventarse los detalles que después podrá ir corrigiendo. Redobla la apuesta diciendo que, si hay un error muy gordo, ya se lo comunicarán sus lectores cero o el propio corrector.
Pero en esta novela la cosa es distinta. No hizo lo que predicó. Se nota que ha debido documentarse e investigar más de la cuenta por los detalles que se dejan caer en la novela. Igualmente, fiel a su estilo y tal como recomienda en «Mientras escribo», Stephen King no suelta ningún detalle de la investigación a menos que sea estrictamente necesario para el desarrollo de la trama, por lo que en ningún lado aparece el típico discurso masivo poniéndonos en «situación histórica».
El tipo de ropa, el valor de la cerveza, anuncios publicitarios, etc. Todo aparece de forma natural y estando perfectamente sincronizados con el argumento y las necesidades de la tensión que se mantiene a lo largo de la obra.
Recomiendo este libro. Ya lo dije, a mí me ha encantado.
Soy escritor de ficción especulativa y bloguero renacido de sus propias cenizas.
Informático por formación , Coach y Consultor Psicológico por vocación.
Creo en la importancia de la forma en que nos contamos qué somos.
Escritor de Wattpad y ganador de un «#Wattys2020 en Ciencia Ficción»
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