Ready Player One – Ernest Cline

Ready Player One

Es una novela de ciencia ficción escrita por Ernest Cline. La primera edición fue en agosto de 2011, tanto en inglés como en español. Aunque tengo que confesar que la conocí después de haber visto la película de Steven Spielberg en abril de 2018.

Ernest Cline es un norteamericano muy particular, nacido en Ohio en 1972. Es fanático de la ciencia ficción y, en particular, de la saga «Back to the future», hasta el punto de haberse comprado un DeLorean DMC-12 como de la película.

Aunque no ha mantenido a su DeLorean de forma original, sino que lo ha equipado con partes características de autos de otras películas de ficción, reproduciendo esta curiosidad en la novela, ya que Parzival, el protagonista, hace exactamente lo propio con su DeLorean.

En  Ready Player One estamos en el año 2044 y la vida converge en OASIS, que es un «todo en uno» de sistema operativo, videojuego multijugador y realidad virtual de inmersión total. Lo que deseamos está dentro de OASIS. Incluyendo no solo diversión sino también educación, ya que para ir a clases la gente se conecta a OASIS.

El máximo creador de OASIS, llamado Halliday, ha fallecido y dejado escondido un «huevo de pascua» al que solo se puede acceder ganando una competencia que obliga a ir franqueando etapa tras etapas siguiendo intrincadas pistas.

La terminología «huevo de pascua» hace referencia a un secreto escondido en la trama del juego. El concepto fue introducido por primera vez en un videojuego de Atari de 1978, el Adventure, donde el programador Warren Robinett introdujo el primer «huevo de pascua» virtual haciendo aparecer en una sala oculta su nombre como autor del juego.

Era una dulce venganza de Robinett ya que en 1978 el reconocimiento a los programadores no era nada usual.

Volviendo a la novela, el protagonista es Wade Watts, un huérfano que no solo se ha criado en OASIS, sino que también es un experto en la vida del creador de OASIS, en la seguridad de que la forma de ir descifrando las pistas, es conocer la vida y obra del muerto y de la cultura de finales del siglo XX.

Y no es para menos todo el esfuerzo ya que quien encuentre el «huevo de pascua» será heredero de su inmensa fortuna, acciones y control de OASIS incluidos.

La novela nos pasea por juegos ultramodernos o tan básicos como los que aparecían en la Commodore 64 o TRS-80 de Radio Shack.

Personalmente la novela me llenó de una mágica nostalgia, ya que pertenezco a esa cultura de finales del siglo XX y no solo jugué la mayoría de los juegos que enumera  sino que hasta trabajé con una computadora TRS-80. Por no mencionar a los grupos musicales que el protagonista escucha mientras avanza en la trama. Musicalización de la infancia de Halliday, o sea de los 80.

Pero más allá de la nostalgia, creo que el autor nos explica demasiado las cosas en detalles donde, a mi gusto, no es necesario.

La novela no es tan dinámica como la película. De hecho, Spielberg hace que las pistas se vayan desvelando después de juegos de acción cuando en la novela son más bien juegos de ingenio relacionados con el tipo de infancia que tuvo el creador de OASIS.

Como sea, la novela te lleva a la aventura con su protagonista a resolver las pistas para convertirte en millonario.

Está redactada en primera persona lo que nos permite ahondar en la psicología de un ser humano criado en una realidad virtual y su lucha por compaginar vida real con imaginaria.

Yo lo recomiendo.

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